LA MÁS BELLA FLOR.

Se cuenta que en china, por el año 25 a.C.,un príncipe estaba en vísperas de ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley debería estar casado. Sabiendo esto, resolvió hacer una competencia entre las doncellas de la corte. Ofrecería una celebración especial y allí les lanzaría a las pretendientes, el desafío.

Una vieja señora, sierva del palacio por muchos años, oyendo los preparativos, sintió una ligera tristeza, pues sabía que su joven hija guardaba un sentimiento profundo de amor por el príncipe.

Al llegar a casa y contarle los planes del príncipe, le asombró su decisión de asistir a la ceremonia.

-¿Qué harás allí, hija mía?, preguntó. Estarán las más bellas y ricas jóvenes del lugar, quítate esa idea de la cabeza pues sólo te traerá más sufrimiento.

-Yo sé que jamás podré ser elegida, querida madre, pero por lo menos tendré la oportunidad de estar cerca del príncipe.

Cuando la joven llegó al palacio, encontró las más bellas, ricas y enjoyadas jóvenes. Luego, el príncipe anunció su decisión: “Les daré a cada una de ustedes una semilla, y aquella que me traiga, dentro de seis meses ,la más bella flor, será mi esposa”.

El tiempo pasó y la dulce joven seguía cuidando con esmero su semilla, pero nada pasaba. Transcurrieron tres meses y nada surgió. La joven usó todos los métodos de cultivo pero nada nacía. Día tras día, ella veía más lejano su sueño y cada vez era mas profundo su amor. Sin embargo, llegada la fecha y hora acordada, ella decidió ir al palacio. Por lo menos tendría nuevamente la oportunidad deber al príncipe.

Cuando estuvieron todas reunidas, la joven vio con profunda tristeza que su vasija era la única vacía, las de las otras estaban llenas de coloridas y bellas flores. Sin embargo, el príncipe después de mirar las flores de cada una anuncio el resultado e indicó que aquella humilde joven seria su esposa.

Nadie comprendía lo que pasaba, entonces el príncipe dijo: “Esta joven es la única que cultivó la flor que la hace digna de ser mi esposa, la flor de la honestidad, pues todas las semillas que entregué eran estériles”.