TU SILENCIO





TU SILENCIO

Por: Khris Ramírez Vela
Dedicado a una hermana, que en paz descanses
querida.JVChH.

Hay días en las que no me entiendo, siento malestar en todo mi ser, la tristeza me envuelve en un manto muy grueso que no me deja escapar, la soledad estremece mi alma con frío, deseo escapar pero ¿a dónde? Tengo la  suerte de no tener a nadie más que a ti, has echado raíces en lo profundo de mi corazón, hasta el punto que no concibo una vida sin ti.

Sabes deseo verte sonreír, sentirte, sentir que estoy viva, tu silencio me tortura más que el frío punzante que atraviesa  mi alma. Recuerdo el día…ese día que apareciste en mi vida, portabas una mochila vieja, calzados bonitos y un maquillaje exagerado sin mencionar el cabello rebelde que ni un peine lograba hacer el milagro. Lo primero que se me pasó por la mente fue: ¡Esa  es mujer o pendejada! Creo que lo pensé en voz alta porque me dirigiste una mirada fulminante, esa que te hace sentir chiquitita.

No te miento que al principio te evitaba a toda costa, entre ellas dirigirte la palabra, causaste un impacto de respeto y temor en tu entorno. Lo que no recuerdo es cuando te volviste mi amiga, mi soporte emocional, mi aliada porque a simple vista éramos como el agua y el aceite. Todo el mundo se sorprendió cuando nos vieron caminar juntas, mi mamá me prohibió ser tu amiga, me puse rebelde porque sentí que era un trato  injusto, ellos no te conocían para juzgarte de ese modo, nadie puede amar o despreciar lo que se desconoce.
Las personas no se definen  por como visten exteriormente sino por sus acciones y  metas que tienen en la vida, justamente esto me enseñó la experiencia. Me confiaste tus secretos (te gustaban los gatos y amabas todo ser viviente) y me di cuenta que eras la chica más noble  que conocía pero tenías miedo a ser lastimada, llorabas hasta por una hormiga muerta, poco a poco con el tiempo empezarte a ser muy querida y eso me dio mucho gusto (ya me tenían harta que hablen mal de ti) mi mamá te reconoció como hija y yo te decía hermana.

Pero algo no encajaba y ese era tu pasado, ¿quién eras realmente?, justamente cada mes por tres días no sabía nada de ti, era como si la selva te tragara, y  no decías nada a nadie simplemente te ibas, preocupada te llamaba a tu móvil y nada, esa situación me tenía tonta, hasta que te enfrenté y exigí que me dieras una explicación lógica para tus repentinas ausencias, lo que más me sorprendió fue el ligero rubor en tus mejillas y el nerviosismo en tus palabras, parecías una niña atrapada ¿qué me querían decir tus ojos que al mismo tiempo ocultabas con tu silencio?, vi el sufrimiento y dolor que te causaba mi curiosidad, sentí que estaba haciendo mal, no me gustaba verte así…tan indefensa. Decidí dejarte en paz.

Los días cada vez se hacían monótonos y el ambiente húmedo y el calor sofocante parecían ser el contraste  perfecto de tu historia, caminé tranquilamente pensando en ti, en mi mente repasaba recuerdos tras recuerdos, así de esa manera dejé de molestarte con mis impertinencias y simplemente me enfoqué en vivir el presente, contigo a mi lado ,sin importar nada y creo que fue la mejor decisión, hoy no me arrepiento de nada, de haber hecho lo contrario, te habrías alejado de mí, al darte cuenta de mi resolución te acercaste nuevamente  y solamente así fue que abriste tu corazón, resulta que eras huérfana o así te sentías, tu padre era  un mujeriego que abandonó a tu madre cuando estabas en su vientre, tu mamá tuvo otro compromiso y te dejaron al cuidado de una tía, nunca sentiste el calor de una familia a pesar que tus padres estaban vivos, te sentías sola, y decías a todos que no tenías padres, para ti no existía esas palabras “padres”,”familia”,”hogar”,tuviste que luchar para sobrevivir ,maduraste rápido. Me cuentas que de niña ya conocías el arte de hurtar, no quiero imaginarme las veces que tuviste que arriesgar tu integridad, tenía miedo a preguntar, lloré a tu lado, que más podía hacer, ¿cómo debería ayudarte?¿qué debería decirte? Indignada te abracé bastante fuerte. Te prometí que cuando sea grande escribiría tu historia porque quería que te quisieran como yo te quiero a ti, tú eres mi hermanita.

Hace dos años enfermaste, mala, nunca me dijiste que estabas enferma creí que éramos amigas, repentinamente tu vida se fue apagando… Todos los domingos vengo a verte y te cuento todo de todo, alegrías y tristezas. Hoy me siento apenada, en realidad quisiera escucharte, pero cada vez que intento recordar por qué no estás aquí, mi yo interior intenta bloquear la respuesta. ¿Por qué tuviste que irte tan pronto? Tu voz era casi inaudible cuando me pediste que nunca te olvide, claro, cómo podría olvidarme de ti.
No puedo creerlo me contaste todo pero nunca me dijiste que hacías en ese tres días de ausencia y creo que nunca llegaré a saberlo.

Te amo y siempre vivirás en mi memoria…      
Mira te traje tus flores favoritas, las orquídeas, el próximo domingo las cambiaré, te traeré rosas espero que te gusten.


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